Para hacer este plato elegí la sardina de Palamós de tamaño medio de carne más fina y con menos escamas, son las ideales para éste tipo de preparaciones.
Ingredientes
Sardinas muy frescas, a ser posible directamente de la Lonja
Tomates maduros de huerta de carne firme
Olivada de aceitunas negras
Vinagre de vino blanco
Orégano o tomillo fresco
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Lo primero que hay que hacer es desescamar las sardinas. Para ello emplear un cuchillo sin sierra, de ese modo no romperemos la piel. Si lo hacéis debajo del grifo del agua será mucho más fácil.
A continuación limpiar de cabeza, tripas, y espinas. Cortar las aletas y cola. Poner en un recipiente con agua fría y sal para que pierdan toda la sangre. Cuando la carne esté ligeramente rosada, escurrir.
Secar las sardinas. Si queréis que os quede una presentación homegénea cortar un poco los extremos para cuadrarlas. Envolver en papel film y congelar por espacio de 24 a 48 horas en un frigorífico de ****
Descongelar en el interior de la nevera.
Poner las sardinas en un recipiente plano. Sazonar con sal, dos partes de vinagre de vino blanco y una parte de agua hasta cubrir. Dejar macerar en la nevera de 4 a 6 horas. Transcurrido ese tiempo, escurrir con cuidado para que no se rompan y poner en una bandeja o plato para servir.
Cortar en forma de cruz la piel del reverso de los tomates. Poner a hervir agua y escaldar unos segundos. Pelar, despepitar y cortar en concassé. Condimentar con sal y la hierba aromática que hayáis elegido. Aliñar con aceite de oliva. Mezclar.
Emplatar las sardinas acompañadas sobre un lecho de tomate. Adornar con unas cucharadas de olivada. Condimentar con pimienta negra de molinillo.
Aquí como hacerlas fritas.
Aquí como hacerlas fritas.
Recordar: Para hacer este plato las sardinas deben ser muy frescas. Desechar las piezas de pescado blando o con la piel rota.
Es necesario el congelado en todas las preparaciones en el que intervenga el pescado crudo para evitar la infección por anisakis.
Debido al congelado la carne pierde firmeza por eso no es aconsejable dejarlo más tiempo del qué os indico en maceración.
¡Qué lo disfrutéis!
qué buena receta... en casa gustan mucho las sardinas... así que me anoto la idea!!! con tu permiso claro... ;)
ResponderEliminaresa lasaña también está de vicio.. con lo que me gustan!!!
me quedo un ratito cotilleando tus recetas, que tiene unas cosas muuuuuuuuuuuy ricas!!
besotes
Que receta tan buena y tan sana. Nunca he comido así las sardinas, los bocartes que llamamos en Cantanbria, o boquerons que llaman en otros sitios, si los comemos de una forma parcecida.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Me encantan las sardins, de cualquier manera, o sea que la próxima vez voy a probar tu receta: me parece magnífica!
ResponderEliminarSi mi abuelo y mi madre vieran estas sardinas ya podían salir corriendo (las sardinas, digo) porque se las comerían tooodas!! que pinta!
ResponderEliminarSaludos,
jajaja Hola Leticia, wapisimaaaaa!!! me alegra verte por aqui. Estas sardinas con el marinado quedan finísimas; mejor que los boquerones. Un beso, nos vemossss!!!
ResponderEliminarFargopatt, Qué tal estas? Gracias, de tu Blog yo no hubiera salido jajaja, Por cierto, ya compré los tomates para hacer el pesto, ya te diré como quedan. Gracias por venir. Besito.
ResponderEliminarAmparo!! Es un honor para mi tenerte aqui. Ainsss esas verdinas tengo que hacerlas... y eso de que eres aficionada a la cocina no sé, no sé... creo que eres algo más que aficionada. Muchas gracias por venir; Un abrazo.
ResponderEliminarHola Visc a la cuina!! Y jo ja tinc anotades les teves amanides per fer durant l'estiu, són magnifiques. El teu Blog està ple de bonas idees. Gràcies per la teva visita; a la cuina ens veiem. Petons.
ResponderEliminarCon esta receta puedes quedarte con todo el mundo en las hogueras de San Juan, cuando estén con sus zafias sardinas a la plancha...jaja
ResponderEliminar¡Tienen muy buena pinta!
Encapuchadoman!! me alegro de verte de nuevo por aqui... Tú si que sabes eh? jajaja. Besitos.
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