domingo, 6 de junio de 2010

Pollo de corral al horno en su jugo, con frutos secos




Cuando mi amigo José Manuel, muy aficionado a criar aves de corral, trajo a casa un pollo de estas características ya sabía de antemano que al ser una pieza mucho más grande de lo normal y necesitar más tiempo de cocción su carne podría salir algo más seca.

En esta ocasión quería hacer el pollo al horno, (habitualmente se guisan en cazuela), con lo cual iba doblemente perdida. Os explico todo el proceso por si os veis en la necesidad alguna vez.

Ingredientes


1 pollo de corral  de algo más 1,500 g 
1 manzana golden madura mediana
1 cebolla grande
Nueces
Almendras fileteadas crudas (no tenía enteras)
Piñones
1 limón mediano sin piel (quitar también la parte blanca)
Tomillo
Orégano
Salvia
Pimienta negra
Vino blanco joven
Sal
Aceite de oliva

Limpiar bien el pollo de plumas, si las tuviera. Salpimentar bien el interior del ave e introducir la manzana, la cebolla, y el limón, partidos a rodajas, pero sin terminar de cortar. A continuación las almendras, las nueces peladas, y los piñones. Si utilizáis almendra entera que sea la cruda.

Triturar las hierbas aromáticas. Añadir unas cucharadas de aceite, sal, pimienta, y un poco de vino blanco y hacer una pasta. Embadurnar el pollo con ella, tapar con papel film y dejar reposar en un lugar fresco fuera de la nevera unas dos horas (o de un día para otro).

Encender el horno a 180º y calentar por espacio de quince minutos. Transcurrido ese tiempo sacar el papel film al pollo. A continuación colocar en una bandeja para horno con las pechugas hacia abajo y rociar por encima con un poco de aceite de oliva. Tapar con papel de aluminio, bajar el horno a 145º y cocinar por espacio de dos horas y media, aprox. (podrían ser tres, depende del horno)

Antes de que termine de hacerse (unos 45 minutos antes)  comprobar la cocción pinchando en uno de los muslos. La aguja tiene que deslizarse sin esfuerzo. Quitar definitivamente el papel de aluminio y subir el horno a 180º.  Echar unas cucharadas de vino blanco y cuando se mezcle con el jugo de la bandeja regar con él por encima del ave (hacer esto todas las veces que lo creáis necesario). Dejar que se dore un poco el reverso. Dar la vuelta por el lado de las pechugas para que también cojan color. 

Una vez la carne esté dorada estará listo para comer. 

Nota: Es muy importante ir observando la cocción y afinar en el tiempo que necesita el ave para terminar de hacerse del todo sin que nos quede seca.


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