Ingredientes para 12 canelones
1 kg de espinacas
1 cebolla de verdeo mediana
30 g de pasas de corinto
2 ajos
50 g de piñones
300 g de requesón
Queso para gratinar
Placas para canelones
Aceite de oliva
Sal
Bechamel
900 ml de leche
2 cucharadas soperas de harina
30 g de mantequilla
1 tarrina de mousse de queso de finas hierbas
Pimienta blanca
Sal
Hervir los canelones según os indique el fabricante. Escurrir bien la pasta y disponer encima de un paño limpio.
Limpiar las espinacas y escaldar tres minutos en agua hirviendo con sal. Escurrir bien con la mano y trocear pequeñas con un cuchillo afilado.
En una sartén con un poco de aceite de oliva sofreír la cebolla cortada en brunoise fina, y el ajo picado. Dorar solo ligeramente.
Añadir las pasas de corinto y los piñones. Sofreír un minuto e introducir las espinacas. Condimentar con sal, mezclar y sofreír unos segundos de nuevo para que se mezclen todos los sabores. Reservar para que se temple un poco.
Mezclar las espinacas con el requesón.
Rellenar las láminas de pasta. Enrollar de manera que la abertura quede en la parte superior.
Disponer, un canelón al lado de otro, en una bandeja para horno untada con mantequilla. Si ya tenéis la bechamel hecha podéis poner una capa fina en la base de la bandeja y encima los canelones.
Como hacer la bechamel:
Calentar la leche a punto de ebullición.
En una olla pequeña, calentar a fuego lento la mantequilla junto con la harina, sin dejar de remover con un batidor de varillas.
Si no sois muy expertas, derretir primero la mantequilla y a continuación introducir la harina tamizada.
Si no sois muy expertas, derretir primero la mantequilla y a continuación introducir la harina tamizada.
Cuando la mezcla hierva, echar poco a poco la leche caliente sin parar de remover hasta que coja una textura ligeramente espesa. Condimentar con pimienta blanca y un poco de sal (muy poca)
Fuera del fuego, añadir la tarrina de mousse, poco a poco, mezclando bien. Probar y rectificar de sal si fuera necesario. Con esta bechamel bañar la superficie de los canelones.
Distribuir el queso rallado por encima y gratinar en el horno a 200º.
Nota: Para gratinar he usado una mezcla de queso rallado que ya viene empaquetado. Además lo he añadido después de que los canelones llevaban un ratito en el horno calentándose, para que no se derritiera tanto. Pero también podéis usar cualquier otro más cremoso, o el parmesano rallado fino.
Recordar que para el gratinado tradicional es mejor introducir la bandeja cuando el horno no esté todavía demasiado caliente, de ese modo conseguiréis que el queso se deshaga mejor y forme una costra dorada.
Recordar que para el gratinado tradicional es mejor introducir la bandeja cuando el horno no esté todavía demasiado caliente, de ese modo conseguiréis que el queso se deshaga mejor y forme una costra dorada.
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Gracias por vuestros comentarios y observaciones. Todos y cada uno de ellos son bien recibidos, y tenidos en cuenta. Gracias también por tener la generosidad de transmitir a través de vuestros blogs todos esos conocimientos que me han sido tan útiles para mejorar, y seguir aprendiendo.
También mi más sincero agradecimiento a todos esos anónimos aficionados a la cocina que dedican parte de su tiempo a ver mis recetas. Espero que la visita les pueda ser de utilidad.
Un beso, y un abrazo grande a todos.