jueves, 3 de junio de 2010

Salsa de tomate, con tomates naturales



Para hacer salsa de tomate natural es conveniente elegir tomates muy frescos y en su justo punto de maduración. Lo ideal es que aún conserven el característico olor que desprenden recién cogidos de la mata.
Ingredientes
1 kg de tomates frescos
Aceite de oliva
2 cucharadas soperas de vinagre de vino blanco
1 cucharadita rasa de azúcar
Sal

Ingredientes opcionales
Ajo
Cebolla
Hierbas aromáticas
Guindilla
Pimienta

Lo primero que hay que hacer es escaldar los tomates. Para ello llenaremos una olla de agua y cuando esté hirviendo apagaremos el fuego y echaremos en ella los tomates bien limpios sin el pedúnculo verde y marcados con un pequeño corte en forma de cruz en el reverso. (Hacedla con un cuchillo afilado)

Los dejáis dentro del agua unos 10 segundos. Transcurrido ese tiempo escurrís, y los pasáis a otro recipiente con agua fría. A continuación procedéis a quitarles la piel cuidadosamente.

Si queréis una salsa más fina podéis quitar también las semillas.

Una vez tengáis la pulpa troceada o triturada, según vuestros gustos, proceder a cocinar la salsa.

En una sartén con aceite de oliva freír el tomate condimentado con el vinagre, el azúcar y la sal, (todo junto) hasta que pierda totalmente la humedad. Debe quedar una textura de mermelada espesa y brillante. Rectificar de condimento al final de la cocción si hiciera falta .

El vinagre resta acidez al tomate y el azúcar le da brillo y potencia su sabor.

La salsa de tomate también puede tener como base un sofrito de cebolla y ajo bien pochado. A continuación se añade el tomate con el vinagre, el azúcar, y la sal, pero se condimenta además al final con una picada de perejil fresco.

Si no queremos usar cebolla ni ajo, seguiremos el procedimiento base, y lo condimentaremos con orégano, albahaca, tomillo, pimienta negra, guindilla, etc... O sea con la hierba aromática que os guste más.

Otra manera de preparar la salsa es cocinar los tomates confitados al horno.

Disponéis los tomates cortados por la mitad en una bandeja sobre papel sulfurizado. Aliñar con aceite de oliva, unas gotas de vinagre balsámico y condimentar con las hierbas aromáticas que más os gusten. No olvidéis poner sal y un poquitín de azúcar por encima
Cocinar hasta que veáis que la piel se desprende sola.

Retirar la piel del tomate, triturar y sofreír en una sartén con un hilo de aceite de oliva para terminar de confitar la salsa al gusto. 


Podéis envasar la salsa en un recipiente hermético y guardar en la nevera hasta que decidáis utilizarla en alguna otra preparación. No es conveniente guardarla más de 3 días.

Si para hacer salsa de tomate queréis usar tomate de bote comprar uno de calidad. Es preferible el que viene entero y triturar después de escurrir el jugo de la conserva. 

2 comentarios:

  1. Que sería de mí sin la salsa de tomate. Vale para casi todo y a los niños les encanta. De acuerdo en que la calidad de los tomates es indispensable así como su frescura y maduración. En verano yo uso los de la huerta y esa salsa es imposible de conseguir el resto del año. He probado a hacer con tomates de http://www.saboratomate.es y son buenos para ser fuera de temporada.
    Gracias por la receta y buen provecho

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  2. Hola Damián, indudablemente los tomates navarros son excelentes, y es todo un lujo poder consumirlos todo el año.
    Un cordial saludo.

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Gracias por vuestros comentarios y observaciones. Todos y cada uno de ellos son bien recibidos, y tenidos en cuenta. Gracias también por tener la generosidad de transmitir a través de vuestros blogs todos esos conocimientos que me han sido tan útiles para mejorar, y seguir aprendiendo.
También mi más sincero agradecimiento a todos esos anónimos aficionados a la cocina que dedican parte de su tiempo a ver mis recetas. Espero que la visita les pueda ser de utilidad.
Un beso, y un abrazo grande a todos.