sábado, 29 de mayo de 2010

Reivindicando la importancia del desayuno




Zumo, fruta, mermelada, mantequilla...


huevos, cereales, café, leche


 bollitos, pan, embutidos...



Algunas películas americanas comienzan con una vista aèrea donde se puede ver la imagen de una gran casa en pleno campo, bajo un cielo gris.

Un primer plano nos muestra a la familia que habita la casa; una pareja de adultos y dos niños sentados frenre una mesa desayunando. La mesa se encuentra situada en el interior de una cocina enorme. De siempre me ha encantado esa escena...

En la estancia suena la radio con la voz de un hombre que, de manera monótona, da las noticias del día. Anuncia que se avecina una catástrofe de dimensiones colosales. Ya se sabe que en EE.UU todo sucede a lo grande. La familia americana (como si eso pasara todos los días) no tarda en reaccionar ni dos segundos. Todos los miembros de la familia colabora a una. Cargan en su vieja furgoneta algunas pertenencias y se disponen a emprender un largo viaje hacia un destino más seguro. Con las prisas ni siquiera cierran la puerta de la casa ¿Para qué?.. Es una película y si el guionista no tiene previsto que vayan extrañis a robarles o a ocuparles la casa ¿Para qué prrocuparse?. Cosas del cine...

Encima de la mesa decla cocina ha quedado la leche caliente, (si hubieran vivido en una granja, ordeñada horas antes). También los cereales, las tortitas recién hechas con el sirope de arce, el zumo de naranja y la mantequilla de cacahuetes, ¡Qué afición le tienen estos americanos a la manteca de cacahuete por Dios!.. Menos mal que la madre ha tenido la precaución de llevarse con ella un montón de sandwiches para el camino, ¡Faltaría más!.. El desayuno es sagrado o al menos eso es lo que dice todo el mundo incluidas los dietistas a los que hay que procurar hacer caso.

En casa se desayuna siempre sin excusa alguna, sea la hora que sea la que toque levantarse. Nos gusta variar. El día que más me gusta es el desayuno de los domingos con bollería y huevos. Es decir, el que se toma sin prisas y se puede repetir porque el tiempo no aprieta por ningún lado. 

Personalmente prefiero levantarme pronto los días de fiesta y fines de semana. Mientras pienso en como voy a organizar el día, preparo la cafetera  y caliento la leche, para toda la familia. Si no hay prisa no utilizo el microondas ni el calienta leche, vierto ésta en un cazo y la caliento en el fuego. Me gusta el sabor qué tiene cuando llega a punto de ebullición... Son manías, ya lo sé, pero probad, probad, y ya me contaréis.

Rebusco en la nevera. Por lo general preparo huevos fritos, pasados por agua, o revueltos, pero algo caliente casi seguro. Pongo embutidos, mermelada y mantequilla y algún zumo industrial. Aunque en invierno también suelo hacer zumo de naranja natural, por suerte tenemos en casa dos naranjos que dan muy buena cosecha.

En mi opinión el desayuno es la mejor comida del día. Si no se le da importancia se llega a mediodía con ganas de comer tres platos y repetir. De ahí nos debe venir la costumbre de la siesta, de comer tanto de golpe, (es solo un decir), cosa que muy pocas personas consiguen llevar a cabo si hay que volver al trabajo. Menos mal que el café es un buen aliado para mantenerte despierto mientras se hace la digestión.

En España, los niños suelen merendar entre las 16.30 y 17.30 aproximadamente, dependiendo del horario escolar que tengan, y luego suelen cenar sobre las 21h. en algunos casos mucho más tarde.

A esas horas los niños están cansados, la jornada es demasiado larga para ellos, y no digamos para los padres. Se oye hablar de la baja productividad laboral con mucha frecuencia, y qué ésta va ligada a algunos factores externos. No me extrañaría nada que entre ellos se encuentre el de nuestros horarios imposibles.

Así qué, además, también habría que reivindicar un cambio de horarios general. Quizá de ese modo no nos levantaríamos por la mañana con sueño o estresados. Nos daría tiempo a desayunar tranquilamente y con ello gozaríamos de mejor salud. ¡Ay! Y a ser posible sin malos augurios. Mejor oir música y disfrutar del momento que atragantarte con las noticias de la radio. 

                                                                 

           Desayuno especial de Valentine´s Day, compuesto de croque-monsieur, huevo, fruta, galletas, zumo de naranja y café con leche.

                                


2 comentarios:

  1. Y esta maravillosa entrada ¿sin comentarios?. Eso lo arreglo yo, ahora mismo ;)

    Te doy la razón en todo lo que has escrito. Yo, soy de las que madrugan todos los días. Así y todo, me levanto con tiempo para desayunar bien. No tanto como los fines de semana, claro. Pero sí, mi zumo, mis tostadas con aceite de oliva y mermelada, mi café (sin leche, que no me preguntes el por qué, pero para desayunar me sienta fatal), y ¿sabes cuando disfruto más? cuando me ha quedado un trozo de tortilla de patatas el día anterior. Ese trocito lo guardo como oro en paño para el desayuno del día siguiente.

    Lo que dices de los horarios.....100% de acuerdo. Yo, trabajo de 8 a 3. De la que vengo a casa, paro a comprar el pan. Y entre que llego y termino de organizar la comida, cuando como y vuelvo a mirar el reloj son las 16:30. (Como muy despacio, todo hay que decirlo). Así que ya, ni meriendo ni nada, claro. Ceno una crema y poco más, en invierno. Y en verano, una ensalada. Así que me levanto a las 6:30 con hambre de lobo, mejor dicho, de loba, jajajaja

    Soy de las que opinan que la jornada continuada tendría que ser general. Después de comer, no se rinde. Por mucho que nos quieran explicar, es así. Y más, cuando llevas muchos años trabajando. Llegas con muchas energías pero sales con unas ganas de no volver, hasta el día siguiente!!

    Voy a mirar todo lo que has puesto que, con el buen tiempo, me he dedicado al jardín y ahora me encuentro un montón de buenas recetas que no he visto.

    Besos y feliz domingo.

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    1. Jajaja Gracias por ese largo comentario Finuca, eres un solete.
      Alguna ves sentaremos la cabeza y cambiaremos nuestros horarios, mientras tanto toca organizarse como podamos.
      Un beso.

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Gracias por vuestros comentarios y observaciones. Todos y cada uno de ellos son bien recibidos, y tenidos en cuenta. Gracias también por tener la generosidad de transmitir a través de vuestros blogs todos esos conocimientos que me han sido tan útiles para mejorar, y seguir aprendiendo.
También mi más sincero agradecimiento a todos esos anónimos aficionados a la cocina que dedican parte de su tiempo a ver mis recetas. Espero que la visita les pueda ser de utilidad.
Un beso, y un abrazo grande a todos.