Fideos a la cazuela con alcachofas y albóndigas de bacalao

   

La propuesta para el próximo mes de febrero del  Recetario Mañoso:  La alcachofa

El plato de hoy tiene de tradicional solo las dos primeras palabras porque luego es otra cosa. ¡Pero qué cosa!... Tenéis que probarlo. Las alcachofas le dan un sabor riquísimo al guiso y las mini albóndigas de bacalao lo hacen, sencillamente, todo un lujo.

Buenísimo , nada pesado, y con mucho sabor, Sin duda alguna repetiréis.

     Ingredientes para 4/6 personas 

4 alcachofas

500 g de bacalao congelado 

300 g de fideos gruesos

200 g de cebollas

3 tomates pequeños muy maduros

100 g de pimiento rojo

4 ajos tiernos

1 ajo seco grande

1 huevo entero

150 g de miga de pan

1 sobre de azafrán en polvo

1 cucharadita de pimentón dulce

2 l de caldo de carne

Leche

Harina de trigo

Perejil fresco

Sal

Pimienta negra

Aceite de oliva

Se puede hacer con la mitad de bacalao pero he preferido poner un bol de albóndigas a parte para que los comensales se sirvieran a gusto. Son muy ligeras y llenan menos que la carne.

Para hacer las albóndigas he elegido un bacalao congelado que ya probé en otro de mis platos con bastante buen resultado. Aunque sean unas simples albóndigas lo que vamos a preparar se notará en el sabor si el congelado tiene calidad, por eso recomiendo emplear uno de confianza.

Descongelar el pescado de manera natural. Lo ideal es hacerlo dentro de la nevera.

Quitar la piel y las posibles espinas que pudiera tener y desmigar.

Si el pescado, después del descongelado, aún conservara mucha agua, escurrir bien con la mano y reservar en un bol.

Añadir un huevo entero, una picada hecha con ajo y perejil fresco, el pan remojado en leche, bien escurrido, y un poco de sal. Mezclar bien todos los ingredientes y dejar reposar tapado, en el interior de la nevera durante treinta minutos.

Hacer mini bolitas, y dejar reposar mientras preparáis el sofrito del plato. 

Pasar a un bol con un poco de harina de trigo. Sacudir bien...

Y freír, a fuego medio, en aceite de oliva

Las alcachofas

Podemos comprar alcachofas desde el otoño hasta la primavera que es cuando están más tiernas y con mejor sabor. Tienen que presentar un aspecto firme, con las hojas brillantes y la flor bien apretada.

Desechar los ejemplares blandos o de hojas ennegrecidas, son señales de que no están frescas

Poner una olla de agua a hervir con una rodaja de limón, o una cucharada de harina, para evitar que se oxiden. No tengo comprobado que sin hacer eso queden bien, así que por si acaso seguiremos el protocolo.

Cortar el tallo a las alcachofas, y despojarlas de las hojas más duras. Cortar la parte superior, y parte del reverso más duro. Dividir en cuatro mitades, quitar los pelitos del interior, si los tuvieran. Hervir durante 10 minutos, escurrir y reservar.

El sofrito 

Triturar la cebolla y pochar. Añadir los ajos tiernos a rodajas, pochar 5 minutos y echar el pimiento cortado. 

Antes de añadir el tomate triturado el sofrito tiene que estar bien hecho, con un fondo ligeramente dorado, signo de que la cebolla no está cruda.

Ahora si añadimos el tomate triturado. Freír hasta que pierda toda la humedad.  Condimentar con sal. 

Añadir las alcachofas al sofrito...

A continuación los fideos  y un poco de pimienta negra. Sofreír unos instantes.

Fuera del fuego, añadir el azafrán y el pimentón dulce. Remover un poco para que se integren y sofrían con el propio calor de la cazuela. 

Añadir el caldo hirviendo. Al principio echar solo hasta un dedo y medio por encima de la pasta. Ir añadiendo caldo caliente si veis que hace falta. Rectificar de sal, si fuera necesario.

Cocinar el tiempo que indique el fabricante de la pasta. En éste caso han sido 9 minutos. Un poco antes de terminar el guiso añadir las albóndigas para que se calienten un poco.

Me han sobrado 100 ml de caldo, (como digo depende de la pasta).

¡Qué aproveche!