Previo remojo de 12 horas, hervir con una cabeza de ajos y dos hojas de laurel hasta que estén tiernas.
Aplastar con un tenedor la pulpa de la cabeza de ajos.
Aplastar con un tenedor la pulpa de la cabeza de ajos.
Escurrir
Añadir el ajo aplastado al caldo resultante de la cocción. Rectificar de sal si fuera necesario.
Hacer un sofrito con el beicon y el ajo laminado. En el mismo aceite freír unas rebanadas de pan. Escurrir, sobre papel de cocina, el aceite sobrante.
Disponer en un plato hondo el pan, beicon y las legumbres. Verter el caldo bien caliente por encima.
El día de antes lavar las verdinas debajo el grifo del agua. Poner a remojar cubiertas de agua mineral.
Al día siguiente (transcurridas 12 h) escurrir el agua de remojo. Cubrir de nuevo con agua mineral hasta que sobrepase las judías unos dos dedos. Añadir una cabeza de ajos y dos hojas de laurel.
Hervir a fuego medio. Desespumar si es necesario. A los diez minutos parar la ebullición añadiendo un poco de agua fría. Repetir la misma operación una segunda vez. Cocinar a fuego lento (aprox. una hora) hasta que estén cocidas.
Tened en cuenta el diámetro de la cazuela donde las cocinéis. Si el recipiente es sobrepasa el tamaño del fuego no se os cocerán uniformemente. Si las tenéis que remover no utilicéis ningún utensilio, hacedlo siempre “zigzagueando” la olla o cazuela.
Añadir la sal cinco minutos antes de terminar la cocción.
En una sartén sin aceite freír el beicon a trocitos.
En la misma grasa dorar las láminas de ajo.
Poner un poquito más de aceite de oliva en la sartén y freír el pan ligeramente para que se impregne de todos los sabores.
Aplastar con un tenedor la carne de la cabeza de ajos de cocer las verdinas y echar la pasta resultante al caldo. Si hace falta espesarlo aplastar también algunas judías con un tenedor y mezclar todo.
Llevar a ebullición el caldo y condimentar con sal si hiciera falta. Remover bien.
Emplatar poniendo como base el pan frito. A continuación las verdinas, el beicon, láminas de ajo y el caldo por encima. Fijaros en el detalle de que el pan va "escaldado" y no "hervido en el caldo".
¡Qué aproveche!
Disponer en un plato hondo el pan, beicon y las legumbres. Verter el caldo bien caliente por encima.
Al llegar a Oviedo ya tenía la idea de comprar legumbres así que me encaminé al Mercado del Fontán. Antes de llegar, cerca de la Catedral, me encontré con una tienda chiquitina en cuyo escaparate había una selección de legumbres de la tierra, entre ellas esta riquísima judía sorprendentemente fina con un sabor muy peculiar.
Lo primero que hice con ellas fue este estofado al que añadí carne y hortalizas. El segundo plato fue la sabrosísima sopa de hoy, la cual espero que os seduzca lo suficiente como para probarla.
Lo primero que hice con ellas fue este estofado al que añadí carne y hortalizas. El segundo plato fue la sabrosísima sopa de hoy, la cual espero que os seduzca lo suficiente como para probarla.
Para los menos expert@s os explico como cocerlas (500 g)
Al día siguiente (transcurridas 12 h) escurrir el agua de remojo. Cubrir de nuevo con agua mineral hasta que sobrepase las judías unos dos dedos. Añadir una cabeza de ajos y dos hojas de laurel.
Hervir a fuego medio. Desespumar si es necesario. A los diez minutos parar la ebullición añadiendo un poco de agua fría. Repetir la misma operación una segunda vez. Cocinar a fuego lento (aprox. una hora) hasta que estén cocidas.
Tened en cuenta el diámetro de la cazuela donde las cocinéis. Si el recipiente es sobrepasa el tamaño del fuego no se os cocerán uniformemente. Si las tenéis que remover no utilicéis ningún utensilio, hacedlo siempre “zigzagueando” la olla o cazuela.
Añadir la sal cinco minutos antes de terminar la cocción.
INGREDIENTES PARA LA SOPA (4 personas)
250 g de verdinas cocidas
El caldo sobrante de cocerlas
Dos o tres dientes de ajos cortados a láminas
Unas tiras de beicon
Pan de barra
La cabeza de ajos de haberlas hervido
Aceite
Sal
En una sartén sin aceite freír el beicon a trocitos.
En la misma grasa dorar las láminas de ajo.
Poner un poquito más de aceite de oliva en la sartén y freír el pan ligeramente para que se impregne de todos los sabores.
Aplastar con un tenedor la carne de la cabeza de ajos de cocer las verdinas y echar la pasta resultante al caldo. Si hace falta espesarlo aplastar también algunas judías con un tenedor y mezclar todo.
Llevar a ebullición el caldo y condimentar con sal si hiciera falta. Remover bien.
Emplatar poniendo como base el pan frito. A continuación las verdinas, el beicon, láminas de ajo y el caldo por encima. Fijaros en el detalle de que el pan va "escaldado" y no "hervido en el caldo".
Qué original!!!
ResponderEliminarAl principio pensé que era una variación de fabes con almejes pero luego creo que pudiera ser parecido pero a la vez diferente!!!!!
Besitos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Ultimamente presentas unos platos muy bien trabajados, se ve realmente exquisito.
ResponderEliminarSaludos
Me encantan las verdinas¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarson de la tierra de mi cuñado LLANES
y estan buenisimas con marisco y en fabada
besos
Hace unos años estando de vacaciones pasamos por Potes u compré verdinas, pero desde entonces no las he vuelto a comprar, yo por aquí no las he visto y mira que están buenas. Me estoy imaginando esta receta tuya que ha de estar de lo más rico.
ResponderEliminarBesos guapetona.
Q envidia me dais los q os podeis comer un platazo de estas legumbres....aixxxxxxx Yo no puedo ni olerlas, las legumbres....me sientan fatal!!!!
ResponderEliminarPero menuda pinta mas wena maja!!!! besicos
http://anicaensucocina.blogspot.com/
Hola preciosa que platos más contundentes y ricos, dos en uno, las verdinas con almejas las había probado aunque diferente manera, peor el de la sopa me ha dejado boquiabierte, que rico¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarbesos guapa
Me ha gustado como hace el tratamiento del pan, a la antigua usanza de escaldarlo y no cocerlo para la sopa de verdinas.
ResponderEliminarUn plato completo y tenia que estar buenísimo. Yo soy un apasionado de las legumbres a pesar de las muchas que comí en mi niñez y adolescencia.
Saludos
La verdad es que me hacia ilusión probarlas. Tiene un "fondo" de sabor muy similar a la judia (perona) y una textura como la judia blanca seca. Se me ha ocurrido otra forma de cocinarlas que no es la tradicional. Por lo visto en la tierra de la manera que más se hacen es con almejas. Me queda 1/2 kilo más, cuando pasen algunos días volveré a postear otra receta distinta, ya me diréis que os parece. Gracias a todos.
ResponderEliminarTengo que puntualizar que, originalmente, este post contenía dos recetas, "Verdinas con almejas" y "Sopa de verdinas".
ResponderEliminarHe eliminado la primera (la publicaré en otro momento renovada), y he dejado solo la sopa.