Hojaldre de salmón y ajetes

    

Cuando hice esta receta no era ninguna experta en hojaldre, ni siquiera del que ya viene listo para utilizar. Nadie me había dicho que se debía conservar en la nevera hasta el mismo momento de la preparación. Tampoco sabía que había que trabajar con él sobre una superficie fría, y que si se ablandaba era mejor poner un poquito de harina en la manos, o sobre la encimera, para que no se pegara.

Pues con todo y con esas me puse a hacer mi hojaldre de pescado ¡Qué osada es la ignorancia, por favor!. Hoy pienso que hubiera debido estirar un poquitín la lámina del hojaldre para que quedara más fina, sin embargo la combinación de ingredientes y su sabor me cautivaron desde el primer momento.

Ingredientes para el relleno (4 personas)

1 lamina de hojaldre

500 g de salmón fresco

1 manojos de ajetes

1 cebolla (200 g)

1 huevo

Eneldo

Sal

Pimienta de molinillo

Aceite de oliva

Precalentar el horno a 200º

Limpiar lo ajetes de las primeras hojas y cortar a rodajas finas.

Pelar y cortar la cebolla por la mitad y a continuación a tiras finas.

Retirar la piel y las espinas del salmón. Cortar a láminas de 1 cm. Condimentar con sal y pimienta por ambos lados.

En una sartén, con un poco de aceite de oliva sofreír la cebolla y los ajetes a fuego lento. Cuando esté todo pochado, subir el fuego y dorar ligeramente.

Precalentar el horno a 200º

Batir el huevo.

El hojaldre ya viene en láminas. Yo he empleado solo una y la he dividido por la mitad. Si queréis un hojaldre más fino y crujiente antes de cortar debéis estirarlo un poco más con el rodillo. Es mejor extenderlo sobre un papel para horno de ese modo será más fácil colocarlo en la bandeja del horno.

Una vez tengáis las dos partes del hojaldre preparado, colocar una primera capa de salmón. Procurar dejar un borde alrededor para poderlo cerrar bien. Condimentar con eneldo. Distribuir por encima del salmón una capa de cebolla y ajetes. Terminar con otra de salmón. Condimentar de nuevo con eneldo, Finalizar con el resto del sofrito.

Batir los huevos y pintar los bordes de las dos láminas de hojaldre. Tapar con la que quedaba libre el relleno. Hay que cuadrar los bordes y recortar lo que sobre. Sellar el hojaldre doblando los bordes hacia adentro. Presionar con los dedos o con el reverso de un tenedor para que no se abran.

Coger el papel de hornear por los extremos y colocar el hojaldre relleno en una bandeja para horno.

Pinchar la superficie. Pintar con huevo.

Con los recortes se pueden hacer algunas figuras como adorno. Pintar el reverso de las mismas con huevo y colocar donde más os guste.

A continuación hornear a 200º, Colocar la bandeja a la mitad menos uno del horno o hasta que veáis el hojaldre bien dorado (35/40 minutos aprox).

Dejar enfriar cinco minutos antes de cortar. Servir inmediatamente. Se puede acompañar de una ensalada de brotes verdes y tomate de huerta.