El primer redondo de pollo que hice lo cociné en el horno y con aquellas ideas de novata que tenía, trituré todas las verduras para hacer la salsa porque no quería perder nada de lo que le había añadido. Hoy en día seguramente las hubiera pasado por el chino porque las salsas trituradas, con según que tipo de hortalizas, no quedan demasiado presentables. A pesar de ello bauticé el plato como "Pollo supreme". No puedo hacer menos que sonreír cada vez que lo leo, aunque tengo que decir que no estaba nada mal de sabor porque en caso contrario a estas alturas no hubiera mantenido la receta. La segunda publicación, con un redondo de pollo o pollo enrollado con uvas, resultó más elegante. Lo elaboré con una salsa igual de sabrosa pero mucho más fina. El plato de hoy está hecho con una salsa rústica y clásica. Es una mezcla de rustido de la abuela pero con un relleno de jamón de york y queso crema. De sabor ¿Qué os voy a decir? ¡Divino!. Todo lo que se hace a fuego lento y con paciencia sale adelante.
Por lo general se sirve un redondo de pollo por persona, equivalente a un muslo de pollo. En casa solo cociné dos pero os pongo la receta para cuatro porque suele ser un número de comensales más habitual.
Ingredientes para 4 personas
4 Redondos de pollo (muslos deshuesados y rellenos de jamón york y queso crema)
400 g de cebollas
200 g de tomate muy maduro
2 dientes de ajo grandes
30 g de avellanas
30 g de piñones
2 hojas de laurel
2 ramitas de tomillo fresco
Un chorrito de vino blanco
300 ml de caldo desengrasado, sazonado con sal
Sal
Pimienta negra de molinillo
Aceite de oliva
Salpimentar el pollo y dorar por todos los lados con aceite de oliva. Echar el vino y reducir completamente el alcohol. Reservar.
Cortar la cebolla. Rehogar a fuego lento conjuntamente con los ajos enteros. Cuando la cebolla esté transparente, introducir el tomate pelado y cortado a trocitos pequeños. Condimentar con el laurel y el tomillo. Sazonar con un poco de sal.
Tapar la cazuela y cocinar a fuego lento hasta que el sofrito reduzca. Remover de vez en cuando.
Este paso es importante para dar más sabor al fondo. Cuando veáis que el sofrito se empieza a pegar, añadir unas cucharaditas de caldo. Remover para que se despegue el sofrito y reducir otra vez, a fuego lento, hasta que de nuevo se evapore toda la humedad.
Y ahora ya se puede echar el caldo. Reservar dos dedos para ir añadiendo a medida que se vaya evaporando. Remover bien para que se integre.
Introducir los redondos en la cazuela. Picar las avellanas en el mortero. Añadir a la cazuela, junto a los piñones. Tapar y cocinar 6 0 7 minutos más.
Retirar el laurel y el tomillo. Servir caliente cortado y con la salsa por encima.
No hay que decir nada, solo leyendo los ingredientes y mirando las fotos lo sabemos todo, una delicia de plato al que hay que añadir un buen pan para la salsa y listos.
ResponderEliminarBesos.
uenísimo, para disfrutar de un bun palto, sólo verlo apetece tenrlo delante. Un beso
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