jueves, 3 de septiembre de 2015

Caracoles con jamón y chorizo




Las lluvias de finales de agosto han permitido que en el mercado aparecieran las primeras setas de temporada y a la vez, como no, los caracoles. Aunque ya podemos comer este molusco todo el año gracias a que existen numerosas granjas donde los crían (e incluso congelados o en bote) no sé por qué mi memoria registra que es a finales de agosto cuando hay que comerlos. Será quizás el recuerdo de mis veranos en Badules (Aragón) cuando tras las tormentas que nos sorprendían a media tarde corríamos al campo a buscarlos como si de ellos dependiera toda nuestra alimentación.

Las caracoladas en familia son muy típicas en Cataluña. De todas las variedades que existen el caracol "Bové" es mi preferido. Tiene muchísima más carne que los demás e incluso diría que también es más fina.  Por su tamaño y forma es ideal para hacer "A la llauna amb all i oli". Para cocinar en salsa valen prácticamente todos pero si tenéis esta variedad mejor que mejor...





Para hacer una tapa para 4 personas se necesita

600 g de caracoles Bové
1 kg de tomate de pera en su punto de maduración
150 g de cebolla fina
75 g de chorizo en tacos
75 g de jamón o cecina en tacos
2 hojas de laurel
Aceite de oliva
Sal


Mientras hierven los caracoles como os indico en el enlace prepararemos la salsa.

Vale la pena usar tomate natural en este plato por eso os lo recomiendo. Hacer una cruz con un cuchillo en el reverso de la piel de los tomates y escaldar en agua hirviendo dos o tres minutos. Escurrir, pelar, quitar las semillas y trocear bien fino. También lo podéis triturar.

Cortar la cebolla en brunoise.

Cortar el embutido a tacos pequeños y sofreír ligeramente en aceite de oliva. Reservar.

En la misma sartén sofreír la cebolla bien dorada. Añadir el tomate troceado y sofreír de nuevo hasta conseguir una textura de mermelada. Condimentar con un poco de sal, hay que tener en cuenta que el embutido lleva, sed moderados.

Añadir el embutido, los caracoles y las dos hojas de laurel del caldo. Remover y echar uno o dos cacillos del caldo de los caracoles. Reducir la salsa hasta que se caramelice y se empiece a pegar a la cáscara.

Están más sabrosos al día siguiente.


6 comentarios:

  1. Qué bien preparados, te ha quedado una salsa deliciosa, sólo hay que verla para empezar a mojar pan!Un beso

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    1. Insisto mucho en que el tomate sea natural por esa razón, se nota la diferencia en todo.
      Un abrazo,

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  2. Están buenísimos los caracoles, solo que me da mucha pereza dejarlos bien limpios y por eso los hago pocas veces.
    Por las fotos se ve que te han quedado buenísimos.
    Besos.

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    1. Los dejo en remojo un buen rato antes de empezar a lavarlos de ese modo van soltando todo lo que no está escrito jaja!..
      Como digo, en el post del enlace, no hay que obsesionarse con la baba jamás la quitas toda.
      Besos Ana,

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  3. ohhhhhh ahora mismo me comía una tapita, con lo que me chiflan los caracoles

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Gracias por vuestros comentarios y observaciones. Todos y cada uno de ellos son bien recibidos, y tenidos en cuenta. Gracias también por tener la generosidad de transmitir a través de vuestros blogs todos esos conocimientos que me han sido tan útiles para mejorar, y seguir aprendiendo.
También mi más sincero agradecimiento a todos esos anónimos aficionados a la cocina que dedican parte de su tiempo a ver mis recetas. Espero que la visita les pueda ser de utilidad.
Un beso, y un abrazo grande a todos.