El verano pasado estuve leyendo acerca de los avances en la cocina y tuve la sensación de estar quedándome anticuada. Las nuevas técnicas culinarias me están sobrepasando inexorablemente. Con lo que me queda por aprender todavía de la vieja escuela, por favor...
Cocinar a baja temperatura con los productos envasados al vacío se ha puesto de moda. Además evita que los alimentos se hagan viejos en la nevera. Todo parecen ventajas, veremos si somos capaces de adaptarnos.
Sin embargo, siempre existirán platos que necesiten de un buen fuego, y altas temperaturas, para cocerse bien. La pizza es uno de ellos. La podéis hacer fina como la mía, estirando muy bien la masa O bien un poquito más gruesa. Lo importante es que os quede bien cocida con un toque crujiente en los bordes.
A ver si os gusta la pizza que vi la semana pasada en la revista Elle/Gourmet; a mi me encantó. La masa es la que siempre hago en casa porque los ingredientes son fáciles de dividir.
Ingredientes para la masa (4 personas)
400 g de harina de fuerza
1 sobre de levadura seca de panadería (7 g)
50 ml de aceite de oliva
200 ml de agua templada
1 cucharadita rasa de sal
Ingredientes crudos
200 g de jamón del país cortado muy fino
8 higos maduros
3 rodajas grandes de queso de cabra en rulo
10 cucharadas soperas de tomate casero confitado
Romero fresco
Otros
Papel para horno
Molde para cocer pizzas
- Hay que calentar un poquito el agua antes de usarla.
- Juntar los líquidos. Es decir, disolver la sal en el agua y añadir el aceite. Mezclar todo bien.
- Tamizar la harina y la levadura seca (en Lidl venden una que no necesita remojo previo)
Si usáis una levadura que necesite remojo mezclarla con los ingredientes líquidos. En este caso la sal debe ir tamizada con la harina.
- Formar un hueco en el centro de la harina y echar los líquidos. Se puede hacer dentro de un bol amplio o sobre la encimera de la cocina.
- Mezclar con cuidado. Al principio estará un poco dura. Según se vaya trabajando se irá suavizando y tomará una textura más lisa. Si al tiempo notáis que la masa está muy pegajosa poneros un poco de harina en las manos y seguid trabajándola hasta que se despegue por si sola.
- No necesita reposo pero si la tapáis y la dejáis en un lugar templado, durante unos 30 minutos. para que la masa suba os quedará mejor.
- Dividir la masa en tantos trozos como pizzas queráis hacer. Echar un poco de harina en la encimera de la cocina, o sobre un papel para horno, y estirad la masa con el rodillo.
Si lo hacéis sobre el papel, luego solo habrá que cogerlo por los bordes y colocarlo en la bandeja para cocer pizzas. Si extendéis la masa sobre la encimera, enrolladla ligeramente en el rodillo para transportarla hasta la bandeja.
- A continuación, poner el tomate de base. No mucho, el suficiente para dar jugosidad. A continuación los demás ingredientes al gusto. Las hojas de romero se añaden limpias y secas, una vez hayamos sacado la pizza del horno.
Precalentar el horno a 225º. Yo la pongo en la balda de abajo, a menos uno. Me interesa que la base no quede cruda. Necesita de 15 a 20 minutos para que quede bien dorada. Si es de tamaño pequeño, unos 12 minutos.
Sin duda alguna una mezcla de sabores muy agradable. Para beber, una copa de vino blanco verdejo.
Qué rica es la pizza casera, siempre a nuestro gusto tanto en grosor como en ingredientes.
ResponderEliminarMe gusta la combinación de sabores que has puesto, un lujo para el paladar.
Besos.
Que buena pinta tiene tu pizza! La combinación de sabores, jamón con higos me parece ideal. La verdad que la cocina avanza muy rápidamente y yo también pienso muchas veces como tú, que tengo todavía mucho por aprender y poco tiempo para poder experimentar.
ResponderEliminarUn beso desde paprikaenlacocina.blogspot.com.es