Tarta de queso fresco

Me vuelven loca las tartas de queso, por eso siempre que las veo en las cafeterías suelo pedir una buena ración. Supongo que no seré la única persona en el mundo mundial que cuando ve algún tipo de dulce que le llama la atención pregunte al camarero ¿Es casero?. ¡Yo lo hago!.. A lo que me suelen contestar invariablemente - ¡Claro, aquí todo es casero!.. En fin... En cuanto me pongo la primera cucharada en la boca ya noto que no lo es, porque prácticamente todos los dulces industriales saben igual. No sé... Es que las tartas o bizcochos hechos en casa con huevos, nata y mantequilla de verdad tienen un sabor tan especial...

Ya publiqué en su día la receta de la New York cheesecake, pero hoy he querido traeros la que hizo Finuca y que podéis ver en su blog Las Recetas de Finuca porque cuando la probé también me gustó mucho su sabor. No presenta ninguna complicación en su elaboración, y se hace en poco tiempo ¿Qué más se le puede pedir a una tarta?

Ingredientes para 6 personas

500 g de queso fresco (tipo quak, viene en tarrina)

5 huevos L  

200 ml de nata 35% de grasa

180 g de azúcar glass

Un molde de cerámica refractaria
Papel para hornear

Encender el horno a 180º arriba y abajo.

Batir los huevos enteros con el azúcar hasta blanquear. Añadir el queso, mezclar bien y a continuación añadir la nata. Seguir batiendo hasta su total integración. Es importante no batir con demasiada energía para que no entre demasiado aire en la masa, de ese modo no subirá tanto y no se agrietará al cocer.

Forrar el molde con papel de hornear de manera que quede una hoja sobre otra para que no se salga la crema de queso. Untar el papel con un poco de mantequilla. El papel debe sobresalir el tamaño del molde para poder tirar de él sin dificultad. Mejor que el molde tenga algo de profundidad y sea de cerámica refractaria. Si es desmontable, vigilar que no haya añadidos por donde se pueda escapar la crema de queso.

Echar la mezcla en el molde y cocer a media altura tapado con otra hoja de papel para horno, durante 45/50 minutos aproximadamente. Destapar y cocer otros 10/15 minutos más. Hay que vigilar que no se queme, en tal caso cubrir de nuevo o apagar la parte de arriba del horno.

Transcurrido el tiempo de cocción pinchar el interior con una aguja, si ésta sale completamente seca la tarta estará en su punto, si por el contrario salen restos húmedos dejar cocer unos minutos más.

Al finalizar el tiempo de cocción entreabrir la puerta del horno y dejar la tarta en su interior unos diez minutos. De ese modo se evitarán las grietas. A continuación dejar enfriar en la encimera antes de meterla en la nevera. 

Transcurridas cuatro horas podéis desmoldar tirando del papel

Está muy rica de un día para otro cuando la tarta ya está un poco más asentada.

Hay que guardarla en la nevera pero para degustar está mejor a temperatura ambiente.

  

New York cheesecake con mermelada de frutos rojos