Los platos de la cocina oriental, cuyos ingredientes están a nuestro alcance, son fáciles de hacer y además requieren poco tiempo de elaboración. En algunos de mis viajes y en distintos restaurantes he podido degustar platos parecidos a este, pero todavía no lo había cocinado en casa. Sin embargo lo que de verdad me animó a hacerlo fue el hecho de que lo sirviera para comer Haidy, una de mis amigas, y tuviera un éxito rotundo entre todos los comensales. Rebuscando información fui encontrando distintas versiones y empezaron las dudas. No hay dos iguales. Cada cociner@ le da su toque particular y yo no voy a ser menos ¿Verdad?.. Si algo tenemos las aficionadas a la cocina es que nos gusta ser muy desobedientes con las recetas escritas por otras personas. Sea como sea os aseguro que mi versión, en conjunto, no os defraudará ni un poquito.
Os pongo los ingredientes para la salsa con medidas precisas, pero las podéis ajustar a vuestro gusto según vayáis elaborando el plato. También se puede utilizar pechuga o contramuslo de pollo. En este caso he usado muslitos que he deshuesado yo misma. Con los huesos he elaborado un caldo natural, en un plis plas, que me ha servido para aumentar la cantidad de salsa.
Ingredientes para 4 personas
8 muslitos de pollo deshuesados
2 dientes de ajo
Jengibre fresco (dos rodajitas)
4/5 cucharadas de soja baja en sal
1 cucharada de miel
1 cucharada de salsa Worcestershire
1 cucharada de sésamo blanco o negro
Pimienta negra
El zumo de una lima o de 1/2 limón
Aceite de semillas
Cebolla frita crujiente
1 vaso grande de caldo natural o de brick sin sal o bajo en sal (200 ml aprox)
1 cucharada rasa de maicena
Sal
Para el arroz
200 g de arroz Basmati
1 zanahoria grande muy fresca
1 lata de guisantes pequeña
1 pastilla de sopicaldo
Retirar la piel de los muslitos y deshuesar. Cortar con una tijera la grasa sobrante y todo lo que pueda afear la carne. Salpimentar.
Si queréis hacer el caldo en casa: Colocar los huesos en una olla o cazo de tamaño pequeño. Cubrir de agua hasta sobrepasar un dedo. Si tenéis hierbas para el caldo fantástico, añadís un poquito de todo, menos apio. Si no tenéis hierbas aromáticas, añadir media pastilla de sopicaldo, no pongáis más para que no sume la sal. Cocinar durante media hora a fuego lento. Colar y reservar.
Freír los muslitos en una sartén o cazuela hasta que estén dorados. Retirar.
En el mismo aceite, a fuego bajo, sofreír el jengibre y el ajo, previamente machacados en el mortero. Si notáis que falta aceite añadir un poquito más. Cocinar hasta que la mezcla coja color sin que se queme.
A fuego mínimo, añadir un poquito de salsa Worcestershire y un buen chorretón de salsa de soja. Cuando empiece a hervir ya se puede añadir la miel. Mezclar bien para que esta se diluya en el líquido.
Verter en la salsa el vaso grande de caldo y el zumo de lima. Mientras se caliente, disolver la cucharada de maicena en un poquitín de agua y echar a la salsa. No os paséis con la maicena. La cucharada debe ser rasa pero escasa. La salsa tiene que ser capaz de napar la carne. Si os queda demasiado espesa añadir caldo caliente, poco a poco, hasta conseguir la textura deseada.
Ya podemos introducir la carne de pollo en la salsa. Añadir el sésamo. Hervir dos o tres minutos o hasta que espese.
Servir caliente con la cebolla frita crujiente por encima.
Otros platos que os pueden interesar: Pollo con soja y brócoli sobre pasta al huevo. Pollo al estilo chino (Chow Mien).
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Para hacer una guarnición de arroz Basmati: Por lo general el fabricante pone las instrucciones en el mismo paquete. En el caso de que no sea así, tenéis que lavar bien el arroz en un escurridor de trama fina hasta que veáis que el agua sale incolora. A continuación dejar en remojo en agua fría durante 20 minutos. Transcurrido el tiempo, escurrir el arroz del agua de remojo. Poner agua a hervir con una pastilla de sopicaldo o con sal. Cuando el agua hierva echar el arroz. Cocinar a fuego fuerte durante 2 minutos. Bajar a fuego medio bajo, tapar y cocinar de 5 a 6 minutos más. No obstante un poco antes comprobar como está el grano. Quizá haya que retirar la olla del fuego un poco antes, depende mucho del tipo de grano. Escurrir inmediatamente y se es posible colocar en una bandeja para que se atempere lo antes posible y no quede pegado.
Rallar las zanahorias. Se pueden añadir de dos formas. En el agua poco antes de retirar la olla del fuego. O en el arroz inmediatamente después de haberlo escurrido. Así se calientan pero no pierden el toque crujiente. Añadir los guisantes escurridos de su lata al mismo tiempo que las zanahorias.
Todo se puede cocinar con antelación y calentar en el microondas, pero aconsejaría hacer el arroz poco antes de comer. Queda muchísimo más rico.
Y eso es todo, espero que os haya gustado y que si os animáis a hacerlo me digáis vuestra opinión. Hasta la próxima receta.
Un plato que combina muy bien con el arroz, si lo mezclamos con esa salsita del pollo queda todo riquísimo.
ResponderEliminarSolo hace falta mirar las fotos para que ya nos demos cuenta de que es un plato muy rico.
Besos.
Me chifla el pollo que has preparado, y el arroz basmati le va como anillo al dedo, un señor platazo!! brutal!
ResponderEliminarUna delicia de plato y desde luego muy bien presentado.Te felicito.
ResponderEliminarEste plato tienen una pinta increíble ¡Anotada queda la receta! ¡Besos mil!
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