Como viajera incansable no sabría destacar un solo lugar de la costa catalana sobre todas las demás. Cada rincón, de cada uno de los pueblos o ciudades con mar, tiene su propio encanto. Como ejemplo Llafranc, situado en el Bajo Ampurdán (Gerona). Un pequeño y tranquilo pueblo de pescadores cuyas bellas vistas son capaces de atraparte hasta el punto de conseguir parar el tiempo. Hay épocas en que el único sonido que se oye es el del mar.
En algunas terrazas frente al mar se puede desayunar, comer, cenar o pedir una copa si apetece.
Necesariamente hay que probar los platos típicos de la zona, sin embargo los restauradores, en toda la costa, son muy innovadores y la tradición se codea de tú a tú con lo último en técnica y presentación de los platos. Sin lugar a dudas, si se sabe elegir bien, puede llegar a ser un paraíso para los gourmets.
Necesariamente hay que probar los platos típicos de la zona, sin embargo los restauradores, en toda la costa, son muy innovadores y la tradición se codea de tú a tú con lo último en técnica y presentación de los platos. Sin lugar a dudas, si se sabe elegir bien, puede llegar a ser un paraíso para los gourmets.
El pescado es el ingrediente principal en casi todos los restaurantes. Es fácil encontrar el arroz con bogavante, arrós fosc (arroz con sépia y alcachofas). atún con samfaina, sépia a la plancha con ajo y perejil, sardinas a la brasa, anchoas de L´Escala, salmonetes, rodaballo, sardinas marinadas, carpaccio de emperador... Hay que recordar que los platos mar y montaña nacieron en estas zonas costeras. También se sirven los pescados a la parrilla con salsa romesco, costumbre, por otra parte, muy extendida en gran parte de la Cataluña mediterránea.
Rape con salsa romescoAl atardecer.
La curiosidad es mucha, así que decidimos seguir explorando el entorno. Lo mejor fue bordear la costa caminando, a través del Paseo de Ronda. Un idílico camino entre la montaña y el mar que nos acercó a las numerosas y solitarias calas de la zona.
Acantilados bordeados de pinos, caminos que bajan a las calas, mar abierto... Cada rincón nos va descubriendo los caprichos de la naturaleza en una composición perfecta. Nada sobra.
Nuestros pasos nos llevaron hasta Calella de Palafrugell, un blanco y acogedor pueblo iluminado por los últimos rayos de sol, que se mostró ante nuestros ojos casi como una aparición entre los pinares que habíamos dejado atrás. Aquí se celebra cada año el encuentro internacional de habaneras, antiguas canciones populares de pescadores.
En Can Batlle, un antiguo hotel ubicado prácticamente sobre la arena de la playa, fue donde Joan Manel Serrat compuso la famosa canción "Mediterráneo". No me extrañaría nada que este bonito entorno le sirviera de inspiración.
Vacaciones, gastronomía, mar, montaña... Es nuestra querida y bonita Costa Brava.
Preciosos paisajes, buena gastronomía y mucho relax, claro que en Agosto está bastante saturado. La Costa Brava hay que visitarla y no olvidar los pueblos del interior.
ResponderEliminarBesos.
Mis fotografías están hechas al tun tun, sin buscar el ángulo perfecto ni la mejor luz y aun así se puede apreciar lo que he explicado. En los enlaces del final se pueden ver fotografías más artísticas, pero no por ello menos reales. El interior también lo conozco. Lo que ocurre es que no siempre me entretengo haciéndo fotografías. Pienso publicar algún otro post parecido a este, aunque no sé si tendrán mucho éxito, ya veré las estadísticas, jaja!.
EliminarBesos Ana,
¡Qué envidia! ¡de la buena y de la mala! Poder disfrutar de un paraje así me da mucha envidia ¡es lo que nos pasa a los de "tierra adentro" ! Las fotos son preciosas, por mucho que no hayas buscado el enfoque artístico se respira la grandiosidad del paraje
ResponderEliminar¡Besos mil!
Alba cielo,
ResponderEliminarno lo conozco pero las fotografías hablan por sí solas vaya parajes más espectaculares vaya calma y tranquilidad que se asoma en las fotos,me ha encantado este post precioso.
besitos guapi.
La parte de cocina muy mejorable. El Arròs fosc, por ejeeplo, no existe (en todo caso el Arròs negre sin tinta); y no aparece el plato más amblemático, el Suquet.
ResponderEliminarHola Jaume, por supuesto que todo es mejorable, incluso lo podría ser tu comentario si antes de opinar aquí y en facebook, acerca de lo que publico, leyeras este post y el de la receta de "arròs fosc". Me temo que no lo has hecho ni la mujer, muy mal educada por cierto, que te secundaba y que sin reparo alguno escribió "la ha cagado" refiriéndose ¿A qué exactamente?.. Porque la denominación "arròs fosc" de la receta de arroz de mi blog, en el que explico que es una versión libre de mi casa, la cogí del libro de "Recetas de mi madre" de los hermano Roca. Me pareció una descripción fantástica porque el plato no queda ni dorado ni negro. Ya ves... Con solo preguntarme hubieras quedado como un señor.
EliminarEn fin, espero que si cocinas no quede en el plato ni un solo grano de arroz como me pasa a mi con mis invitados.